El Optimismo Obstinado: La Fe de un Pueblo en Tiempos Inciertos
Nuevamente, muchos venezolanos llegamos a uno de esos días en los que parece decidirse la vida entera. Muchos deseos y sueños desvencijados de todo aquello que por tanto tiempo anhelamos y nunca llegó se ciernen sobre nosotros. Se nos está acabando el tiempo y seguimos soñando los mismos sueños de libertad, de patria, de familias unidas, de futuros prometedores. Ya he estado en este punto antes. En esta misma encrucijada en la que, por un lado, se ven los sueños y, por el otro, los desencantos. En la que no sabemos qué nos depara el mañana, el día después. Donde el polvoriento camino me impide la mirada distante, donde la bruma me hace ver espejismos que acepto como realidades. Y a veces, soy feliz en esas irrealidades que imagino durante las noches largas y oscuras. Muchas veces hemos creído que lo tenemos logrado, que estamos a punto de dar el paso, pero la realidad nos ha golpeado fuertemente en lo profundo de nuestro ser. Así que no creer parece ser el camino fácil, el me...